Escaleras Biblioteca Laurenciana
La impresión que causa un espacio una vez estás en el es imprescindible. Las Escaleras de la biblioteca Laurenciana son un claro ejemplo del impacto que puede tener un objeto o espacio en la persona o proyecto. Estas escaleras son una obra arquitectónica del arte del Renacimiento; su arquitecto fue Miguel Ángel, en los años 1524 - 1534.
La escalera Tiene un gran tamaño y apenas caben dentro del vestíbulo.Esta a lo largo de los siglos a sostenido gracias a su repetición y a la incertidumbre de su forma, una fuente permanente de preguntas sobre su sentido.
Miguel Angel consigio plasmar en este escalera las diversas formas manieristas dentro de lo que es el campo de la arquitectura. Una clara ruptura del equilibro del clasicismo y es uno de los mayores llamativos de este espacio. La monumentalidad la consigue empequeñeciendo la puerta y construyendo la escalera en dos tramos. El tramo inferior con tres brazos, el centro con peldaños de abanicos (curvos) que contrastan fuertemente con los peldaños rectos de los otros brazos que desembocan en el brazo central, única del tercer tramo.
Esta escalera se derrama como una cascada hacia el que intenta disfrutarla por el eje. Casi infranqueable, los peldaños se vierten desde la larguísima sala de la Biblioteca y desbordan el vestíbulo arrasando con aquel valiente que intente ascender al conocimiento de la sala.
Por medio de su geometría, que posee diez escalones en el centro y nueve en sus laterales aumenta la pendiente y dirige el paso en esa dirección. Incorporó elementos arquitectónicos y ornamentales que hacían parecer a la escalera una escultura en lugar de un espacio de simple transición. La disposición de los elementos que componen la escala juegan con un propósito subjetivo de acentuar la perspectiva y otorgar mayor profundidad a la estrechez real que provoca este cuerpo al espacio. Jugó con las entradas de luz haciéndolas mínimas para crear este espacio oscuro con iluminación artificial que te dirige a otro completamente iluminado naturalmente. Ciertamente, es difícil de superar la armonía y el protagonismo escultórico que pese a estar perfectamente integrada en el espacio arquitectónico, posee esta singular escalera.
Considero que Miguel Ángel implementó el uso de los ornamentos para generar estas sensaciones correctamente. Logramos apreciar claramente cómo los elementos arquitectónicos se despojan de su función puramente estructural en términos constructivos y abrazan una cualidad escultórica. En fin, son unas escaleras dignas de admirar y de estudiar para implementar técnicas de diseño tales como las proporciones para proyectos futuros.
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